Cómo elegir un salón para tu boda
Una correcta elección del salón puede hacer de tu boda un día memorable, tal y como todas las novias (y por supuesto los novios) desean para tan importante celebración.
No nos engañemos: la mayoría de los invitados juzgarán el evento en general por la calidad de la comida, el vino, el espacio disponible en las mesas, el tiempo de espera entre platos, la calidad del servicio, la temperatura en el salón… todo un cúmulo de pequeños y grandes detalles que deberían ser tenidos en cuenta a la hora de elegir un salón de bodas. Y lo más importante: vosotros, los novios, disfrutaréis de esta irrepetible ocasión si observáis que los invitados también lo hacen; si todo está perfecto y en su momento.
Queremos ofrecerte, a modo de lista de comprobación, una serie de cuestiones que deben ser valoradas antes de tomar una decisión:
Elige el salón para la boda con tiempo. Esto puede ser determinante y el no hacerlo podría impedirte celebrar el banquete en el lugar ideal. Como norma general, la elección del salón se realiza un año antes de la ceremonia.
Ten en cuenta la situación del salón. Idealmente debería estar lo más cerca posible del lugar de la ceremonia. El desplazamiento en taxi debería ser una opción viable, por lo que cuanto más cercano al casco urbano, mejor.
Visita el lugar y comprueba la calidad y características de las instalaciones. Al margen del tamaño del salón, que debe ser suficiente para albergar cómodamente a todos los invitados pero no excesivo para no dar la sensación de vacío, deberías también tener muy en cuenta:
- La adecuada climatización del local.
- La comodidad del mobilidario.
- La disponibilidad de varios ambientes: terraza o jardín para la copa de bienvenida, cafetería, pub o sala de baile, etc.
- …y un detalle no menos importante: el tamaño y la situación del parking.
Estudia cuidadosamente los menús que se te ofrecen, valorando la relación calidad/precio. Y al hilo de esto… si eliges algún plato «peculiar» que pueda no ser del gusto de todos los invitados, como por ejemplo un pato a la naranja, procura tener prevista siempre una alternativa en el menú para aquellos que la soliciten.
Pregunta por todos los detalles que se te ocurran, por nimios que puedan parecer. Número de camareros que atenderán las mesas, disposición del equipo de sonido, zona de baile, demora prevista entre platos, ubicación de los baños, hora de cierre…
Por último, confía en tu instinto a la hora de evaluar la calidad del servicio. La profesionalidad es importantísima, pero no consiste sólo en proporcionar un trato adecuado a los clientes, sino también en la capacidad de proponer soluciones si surge algún problema o imprevisto, la flexibilidad, la afabilidad… Un servicio adecuado puede soslayar alguna carencia del local, pero un mal servicio sin lugar a dudas arruinará por completo cualquier celebración, por muy bien planificada que pudiera estar.
Debemos ser consecuentes y elegir uno que satisfaga nuestras necesidades tanto estructurales como gastronómicas.
Buen artículo y buenos consejos. Lo cierto es que la elección del Restaurante es la decisión que más quebraderos de cabeza provoca a los novios.